Un granito de arena

Puede que ya no escriba tan seguido como antes, ya que debo atender a una pequeña personita, prepararle su almuerzo y cena, darle su leche, mirarla fijamente a sus ojos y decirle cuanto la amo, a jugar por nuestra casa, acariciarla cuando se cae y llora, cantarle canciones de cuna para que se duerma, cambiarle sus pañales y lavarle la carita después de comer fruta.

En fin, ya estoy metida de lleno a mi rol de madre y aun así siempre pienso en ustedes, los que se pasan de vez en cuando por mi blog para leerlo. De verdad mucho me ha ayudado escribir aquí, tanto para liberar esa pesada mochila que cargaba en mi espalda, como también para ayudar con mi historia a quien lo necesite.

No soy super mujer, menos super mamá, pero quiero desde mi corazón agradecerles por su tiempo.

Seguiré escribiendo, no tan seguido, pero quiero hacerlo ya no para sacarme una carga de mi espalda, sino, para poder abrirles mi corazón y que nos podamos conocer un poco más.

Se les quiere mucho!

Fuerza

Algo que ahora comprendo es la relación madre-hija que se crea, puede que no le haya dado pecho y que la haya tenido por medio de cesárea. Pero esos 9 meses que paso dentro de mi, que creció de a poquito, que me pateaba cada vez que me sentía triste y que se movía vigorosamente cuando estaba feliz. Esa relación tan intima y estrecha, te entrega una fuerza y energía indescriptible. Te llena el corazón y el alma.

Por eso es importante cuidarse, protégete, cuídate, así también cuidaras a tu familia, a los que amas y que te rodean.

Hazte el examen!!! Sigue los tratamientos!! El VIH no te mata si te cuidas!

Hazlo por ti, hazlo por los que amas...

Un beso!

No quiero mas discriminación!

Ya casi mi hija cumplirá su primer año, me siento muy feliz, ha sido casi un suspiro estos meses a su lado.

A veces dentro de mi mente me persigue el fantasma de la discriminación, me da miedo que discriminen a mi pequeña por ser hija de una portadora del VIH. Pero luego me doy cuenta que no sera así mientras nadie sepa mi condición, mi hija la trataran como debe ser. Me da pena pensar que debo ocultar mi condición para que mi hija no sufra.

Ojala que algún día pueda decir SOY SEROPOSITIVA Y MADRE, sin que genere rechazo de algunas personas y me discriminen a mi o al resto de mi familia. Es verdad, es una enfermedad que puede contagiarse, pero mientras me cuide con el tratamiento podre proteger a quienes amo.

Y espero que cuando mi hija sea grande y consciente de la vida, pueda sincerarme con ella y decirle que estoy enferma. Por mientras le entregare todo mi amor y cariño.

A seguir viviendo y disfrutar al máximo el hecho de ser mamá, que tengan un lindo día!!